Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: imagen e información. Brenda Cano: diseño.
San Antonio la Isla, México; 22 de julio de 2022.
“Estábamos en una fiesta. Eran los tres años de la hija de una prima. Estábamos sobre la calle 16 de Septiembre y de repente mi hijo recibe varios mensajes, uno tras otro, y me dice: ‘mamá, orita vengo’. Nosotros pensamos que eran de su novia que vive a un lado. Todavía le dije que se quedara al pastel. Pero no, mi hijo se sale con unos amigos. Igual, iba de fiesta”, dice la madre de Milton Emanuel Alegría Bernal, a quien el 20 de febrero de 2022 la policía le disparó a mansalva, sin mediar ninguna razón.
El joven, después de estar con sus amigos, a quienes fue a dejar a sus hogares, volvía a casa. Dejó una chica, luego a Axel y después a Alan. Iban con él otras dos mujeres, a quienes les había dado raid. Una nueva llamada de otros amigos que cenaban en el centro del pueblo de San Lucas Tepemajalco lo hacen regresar. Pero al llegar, dice su madre, Silvia Bernal, él y su grupo se encuentran con personas que están involucradas en una trifulca.
-También llegan los policías, que quieren separar a quienes peleaban. Y entonces disparan sus armas al aire. Milton, que se va estacionando, se espanta al escuchar los tiros. Pero a la hora en que maniobra su auto Focus, golpea a otro y a una patrulla que estaba enfrente. Entonces ese es el motivo para que la policía comience a perseguirlo- dice su padre, quien recuerda que Milton trata de irse por la calle de Melchor Ocampo, la Vicente Guerrero y la 5 de Mayo, pensando que no lo van a detener.
Pero los policías le dan alcance en la calle 5 de Mayo y le cierran el paso. Pero lo hicieron impactando su auto por detrás y luego una patrulla por delante. Los agentes bajaron entonces a Milton a la fuerza, lo jalan de los cabellos, lo tiran y comienzan a patearlo, hasta que uno de ellos se da cuenta de que el joven ya está herido. Los policías revisan entonces el auto del joven y se dan cuenta de que “no trae nada”.
– Y mi hijo todavía les dijo, porque acabo de corroborar eso, que no llevaba nada, que no tenía nada- dice su padre.
Un joven que estaba en el lugar encaró a uno de los policías y les gritó que contaran a los padres la verdad, que dijeran que habían impactado el auto y que le dieron dos tiros. “¡Aquí está su padre y te está preguntado!”. Pero los policías sólo dijeron: “acabamos de llegar”.
– ¿Y dónde está mi hijo?- les gritó la madre.
– Lo llevan en la ambulancia- le dijeron los mismos policías. Iba para el hospital López Mateos en Toluca.
Milton estuvo 20 minutos tirado, desangrándose. La ambulancia se tardó 40 minutos en llegar.
Sus padres lamentan no haber llegado antes, pero no podían prever una tragedia como la que sucedió. A la fecha, no han podidos ni recuperar el auto en el que iba Milton porque lo metieron al corralón. Una de las patrullas participantes está resguardada en el ministerio público.
-Están tratando de evadir la investigación- dice el padre- que pase el tiempo y que nos desgastemos.
Ya han pasado dos audiencias pero el agente del ministerio público no se presentó a ninguna y por eso la familia decidió cerrar un tramo de la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal para dar a conocer el caso a la ciudadanía. Sólo así la Fiscalía los atendió.
La familia es muy conocida en la comunidad y su reputación habla por ellos. Tanto, que el pueblo se ha volcado para ayudarlos como puede una comunidad que no tiene el respaldo de las autoridades. Los gestos de cariño de la gente no faltaron nunca y eso los ha ayudado porque el duelo por una muerte así es lo más difícil de aceptar.
La familia ha podido ir ubicado la pena en un lugar que no lastime tanto. En su casa, a donde voltean, siempre encuentran algo que les recuerda a Milton. Ahí está la moto que usaba el chico, ahí está la recámara, sus zapatos, su ropa. Milton había puesto una tortería que atendía en sus tiempos libros. Estaba en la prepa y tenía muchos planes para el futuro.
– ¿Ya escucharon la versión de la policía que participó ese día?- se les pregunta.
– No. Tampoco nos ha visitado ninguna autoridad, nadie de ellos nos ha ofrecido ayuda en San Antonio la Isla. Lo que sabemos lo sabemos por los abogados. Pero es obvio que el policía tiene que dar una versión a su favor, nunca va a aceptar nada- dicen los padres, quienes pasan el duelo de su hijo como pueden. Al principio, no estaban en condiciones de buscar justician para Milton, pero ahora, dice el padre, es momento de que se obtenga justicia.
“Esta persona no mató a un animalito, mató a mi hijo”, dice el padre.