Redacción VcV
Toluca, México; 29 de agosto de 2019. Más de 100 cuchilladas recibió el reportero Nevith Condés, del medio Observatorio del Sur, y cuatro de ellas fueron mortales, incluyendo una que impactó en el cuello, dijo el fiscal estatal de Justicia del Estado, Alejando Gómez Sánchez, en torno al caso del periodista asesinado la semana pasada en Tejupilco, en el sur mexiquense.
El funcionario dijo que las averiguaciones siguen tres líneas, dos de las cuales tiene que ver con su labor periodística, mientras que la otra está relacionada con su vida privada. Señaló que será citado a declarar el alcalde de Tejupilco, con quien Condés mantenía fricciones.
En México, el 99 por ciento de los asesinatos contra reporteros están impunes y según la agrupación periodistas sin Frontera el país es el lugar más peligroso del mundo sin guerra para ejercer el oficio. Hasta la fecha, hay 15 de ellos asesinados, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La organización Artículo 19 ha documentado el homicidio de 131 periodistas, desde el año 2000, de los cuales 121 son hombres y 10 son mujeres. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, hubo 47 casos registrados. Según esta organización 53 % de las agresiones a reporteros son atribuidas a funcionarios públicos. “Los agravios contra periodistas siempre son de servidores públicos. Aunque en la mayoría de los casos no sepamos de dónde vino el agravio inicial, a él se suma permanentemente la falta de investigación y la inacción del gobierno. El principal atacante del periodista es permanentemente el servidor público”, apunta Razhy González, un consultor de derechos humanos y defensor de los derechos de los periodistas.
La entidad en donde fueron denunciadas más agresiones es la Ciudad de México, con 71 casos. Le siguen Oaxaca con 60, Veracruz con 58, Puebla con 28 casos y Guerrero con 26. Es decir, cinco entidades concentraron el 52 % de las denuncias de agresiones a periodistas.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el trabajo Persecución a periodistas, elaborado en 2018, apunta que las agresiones a periodistas tienen orígenes y expresiones muy diferentes. “ (…) van desde las amenazas físicas y amenazas vía electrónica hasta los asesinatos, pasando por la privación ilegal de la libertad, desapariciones forzadas, agresiones físicas, destrucción de equipo, ataques a instalaciones de medios de comunicación y otro tipo de agresiones como la censura, la autocensura, las malas condiciones laborales y también la falta de capacitación y profesionalización del gremio periodístico”, opina Víctor Ruiz Arrazola, de la Casa de los Derechos de Periodistas. Para el Estado de México, se elabora un protocolo que podría proteger a los reporteros porque obliga a los gobiernos a garantizar seguridad.