Karen Colín: diseño. Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: información e imagen.
Toluca, México; 11 de noviembre de 2022.
Llegó a la gasolinera y pidió que le pusieran 20 litros. Martín, el despachador, lo atendió como a todos y mientras la manguera iba llenando el tanque, limpió los vidrios. Entonces terminó y retiró la manguera. Cerró la puertita del tanque y se dispuso a cobrar. Pero antes de que pudiera hacerlo el conductor arrancó y trató de huir sin pagar.
En un acto reflejo, el trabajador de la gasolinera se interpuso. El propio movimiento del auto al escapar lo obligó a trepar al cofre del mismo y aferrarse con fuerza, para no caer. En lugar de detenerse, el conductor aceleró pero su impericia, sus nervios disparados y su propia insensatez lo llevaron a chocar contra un tráiler que se encontraba parado en la estación y llevaba una pipa de combustible. Debido al impacto, el despachador murió.
Que alguien trate de huir sin pagar gasolina se ha vuelto común, aunque esta es una ocasión excepcional porque un hombre defendió con su vida los 20 litros que había vendido en es expendio, ubicado en Ocoyoacac, un municipio ubicado a 25 minutos de Toluca, la capital del Edoméx.
El conductor fue detenido pero dos días después fue liberado por las autoridades. Y la familia del asesinado ahora reclama la falta de justicia, que como a millones en país injusto en todas sus estructuras sociales, le afectará de por vida. El expendio gasolinero no presentó cargos por robo de combustible en contra del ladrón, por lo que el homicidio fue calificado como culposo. Eso en parte permitió la liberación del hombre.
Es la esposa, Ivonne Santos, quien busca justicia para el fallecido.
Tenían 15 años de relación, de los cuales 10 habían vivido juntos. La vida de este hombre se le iba en trabajar. Era chofer de transporte escolar y daba servicios de polarizado de vidrios. Por las noches se desempeñaba como despachador de gasolina, un turno que le exigía trabajar hasta las 6 de las mañana.
Los 20 litros de gasolina tenían un costo de 480 pesos y quien mató al despachador tenía 22 años e iba en estado de ebriedad.
La Fiscalía del Edoméx ha seguido un proceso que le permite al inculpado llevarlo en libertad. Que no esté detenido no quiere decir que no sea culpable.
Martín, el esposo de Ivonne, tenía 43 años y acababa de celebrar su cumpleaños en septiembre. La familia se ha asesorado con abogados que llevan los pormenores del caso. La empresa gasolinera en la que trabajaba el fallecido ha apoyado a la familia afectada hasta ahora.