Toluca, México; 22 de mayo de 2024
Redacción VcV
El Zeferino Ladrillo señala que la activista se encuentra a salvo, en espera de que su seguridad sea debidamente garantizada y hace “el más enérgico llamado a las autoridades mexicanas en todos los niveles para que […] se garantice la vida e integridad personal de la agredida”.
Una defensora de derechos humanos que labora en el Centro Zeferino Ladrillero fue amenazada de muerte con un arma de fuego, mientras se dirigía a su trabajo en Texcoco. Esta es la segunda vez que recibe este tipo de amenazas, y por eso tiene medidas precautorias del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
El 13 de diciembre de 2022 intentaron secuestrar a la defensora. Se inició la carpeta de Investigación NUC: CHA/CGO/JMA/009/361154/22/12, pero ahora ha sucedido un segundo intento. El Zeferino Ladrillero y la afectada levantaron una segunda denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y se inició la carpeta de Investigación TEX/TEX/TEX/100/148977/24/05.
El Zeferino Ladrillo señala que la activista se encuentra a salvo, en espera de que su seguridad sea debidamente garantizada y hace “el más enérgico llamado a las autoridades mexicanas en todos los niveles para que […] se garantice la vida e integridad personal de la agredida”.
El Zeferino Ladrillero representó un factor fundamental en la liberación de Daniel Plácido Arroyo, sentenciado a 70 años de prisión acusado de un secuestro que no cometió. El 2 de mayo de 2024 un recurso de revisión a su caso, el cual ya estaba juzgado, lo puso en libertad después de que el Poder Judicial del Edomex lo mantuviera encerrado ocho años y seis meses. La situación de Daniel dio pie a la formación del colectivo Has valer mi libertad, el cual ha articulado la defensa de 16 presos injustamente en diversos penales del Estado de México. Se implementó un campamento en la calle de Lerdo, la avenida principal de Toluca, y ahí, debajo del balcón de la oficina que ocupó el ex gobernador Alfredo del Mazo y luego Delfina Gómez, se realizaron diversas acciones para visibilizar a los sentenciados y presionar al gobierno mexiquense por ayuda.
La vocera del grupo, Laidy Plácido, hermana de Daniel, fue una de las figuras más reconocidas y brillantes de ese movimiento, que desmanteló sus carpas en cuanto Daniel salió libre. La gobernadora Gómez ha prometido que se revisarán los casos de los presos restantes. La liberación de Daniel supone una esperanza para quienes se encuentran en situaciones similares, pero también ha abierto un debate acerca de lo que se considera una “administración del dolor” por parte del gobierno mexiquense, que ahora deberá cumplir con la promesa de libertad para los restantes casos.