Toluca, México
Fernanda Montoya: imágenes y texto/ Escuela Superior de Fotografía Lumière
Este proyecto fotográfico indaga en el silencio y en cómo es que éste puede ser registrado mediante la imagen. Se buscan espacios propicios para la quietud desde los cuales se existe fuera del ruido del progreso y la inmediatez.
De esta forma se propone otro acercamiento a la fotografía documental que parte de una escucha activa que no busca el suceso sino las pausas, la calma y el silencio. Considero que proponer este ejercicio plantea ser testigo desde todo lo que ya fue y calla.


Abrir un espacio para la quietud en un mundo tan saturado de estímulos se vive como un pequeño oasis en el desierto.
Al reflexionar sobre los espacios del silencio pude reconocer que existen muy lejanamente de la catarsis, por lo cual se generan más bien desde el vacío, la desocupación y la quietud entre momentos.
Probablemente uno pueda ser receptivo al silencio después de saturarse de ruido, así que tal vez, al buscar momentos después del suceso, pueda acercarme al silencio, o por lo menos entender cuándo es que un espacio calla.


Es curioso este ejercicio, ya que para congelar el silencio una tiene que contemplar, escuchar, callar y observar una y otra vez. De esta forma, una se vuelve observadora de las tensiones encarnadas en la quietud y reconoce al silencio incluso en lugares donde crece el ruido.
Éste es contenedor de un sinfín de paradigmas. Para algunos el silencio es una sentencia, un lugar de reflexión. En mi caso, se trata del principio de cualquier enunciado.


Instagram: @ferchamontoya