16 enero, 2025

“Me aseguran que mi hija ya no tiene vida, pero eso no me consta”

“Me aseguran que mi hija ya no tiene vida, pero eso no me consta”

Ramsés Mercado: información e imagen. Redacción VcV. Karen Colín: diseño.

Toluca, México; 19 de diciembre de 2022.

– Me aseguran que mi hija ya no tiene vida, pero eso no me consta. Y si es así yo lo único que quisiera encontrar es su cuerpo para darle sepultura- dice su madre, Leonor Durán, que la ha buscado desde el 5 de diciembre de 2020, la fecha en la que se dio la noticia de su ausencia.

Karla Maybeth González Durán, originaria de San Pablo Autopan en Toluca, tenía 12 años cuando fue reportada como desaparecida, en la peligrosa zona norte de Toluca.

La madre de la chica, ha encabezado impulsado las búsquedas, aunque sin éxito hasta el momento. Esta mañana, acompañada de la Colectiva Ehécatl, peinó las inmediaciones de la Hacienda la Puerta, cerca de la carretera Toluca-Palmillas, en la delegación de San Martín Totoltepec.

– Hasta la fecha no hemos sabido nada de ella, no hemos tenido respuestas. He pedido apoyo a la Fiscalía y nunca no han apoyado. Al contrario, nos cierran las puertas. El fiscal general José Luis Cervantes nunca nos quiere atender a pesar de que prometió que iba a tomar el caso. Ahora que vamos a verlo nunca nos permiten entrar- dice la madre, quien refiere que el pasado jueves acudió a la Fiscalía de Género y entonces las mujeres policías de investigación trataron de golpearla. 


Ahora, apoyada en la colectiva puede realizar algunas búsquedas, en las cuales también participan autoridades, pero hasta ahora no hay resultados de ningún tipo. Karla salió el 5 de diciembre de aquel año de su casa. Iba a visitar a sus hermanas, Autopan.

Hoy caminaron por los alrededores de La Puerta y buscaron en zonas descampadas, así como en milpas y veredas. Este es un caso complicado porque existe un testigo protegido que ha declarado a la Fiscalía del Estado de México que la niña Karla fue asesinada. De hecho, había dado una dirección, en marzo de 2022, en la que la niña habría sido ultimada. En torno a las búsquedas que se realizaron, una historia paralela que relacionaba prácticas rituales de extracción de sangre de cuerpos sin vida fue tomando forma, aunque este motivo no ha sido investigado por la policía.

El testigo protegido dio la ubicación de un predio y una construcción en la que se llevaban a cabo esas prácticas y también indicó ahí mismo, el sitio exacto en donde la niña Karla había sido asesinada y enterrada.

La Fiscalía, que conocía esa declaración, no había investigado el lugar y no lo hizo sino hasta que la presión de Leonor Durán Rosales, la madre de Karla y las colectivas que la acompañaban alcanzó a los medios de comunicación, que documentaron por horas las exigencias de la mujer para que acudieran al lugar que el testigo señalaba. Ella, junto con la colectiva Ehécatl se plantaron en el edificio de la Fiscalía y a la medianoche del 30 de marzo lograron que una patrulla y algunos policías fuera enviada a revisar ese lugar.

Detrás de la patrulla iba la madre y en otros vehículos se trasladaban las acompañantes. Testigos de estas acciones señalaron después que alguien debió alertar a quienes habitaban en ese lugar, porque cuando la policía llegó no encontró a nadie. Se trataba, dijeron, de una piquera o un expendio clandestino de pulque y alcohol, apenas un entablado en el que se reunían para beber.

El testigo había insistido, sin equivocarse una vez, que la niña Karla había sido llevada a ese lugar y que una vez adentro había sido ultimada y enterrada. Pero la policía, esa medianoche, no quiso entrar. La Fiscalía, hasta esa noche, no había generado ni siquiera un boletín de búsqueda y habían respondido en reiteradas ocasiones que ya sabían que la niña estaba muerta aunque no tenían culpables ni una investigación sólida, por lo menos no la mostraban a la madre.

Esa noche, gracias a la insistencia de la madre, se había liberado una orden de cateo y mientras llegaba mostraba la foto de su hija, que guarda en su celular, pero la búsqueda no arroja nada.

Luego, el 19 de agosto de 2022 la captura de una banda de secuestradores de niños en Metepec reactivó el caso de Karla, porque ellos estaban involucrados en el presunto asesinato de la chica de Autopan, de acuerdo con la policía.

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