Marco Antonio Rodríguez: texto. Karen Colín: diseño.

Toluca, México; 12 de octubre de 2022.

Nadie, ni ellos, sabía que ese concierto de noviembre de 2013 representaba el inicio, primero, de una incertidumbre desoladora y un par de años más tarde de la resignación total, y es que más allá de las versiones en torno a la supuesta desintegración definitiva de la banda, diferencias entre sus integrantes, truenes aquí y allá o sustitución de algunos de ellos, que Austin TV haya regresado tras casi diez años de ausencia, representa hoy un respiro profundo para la escena del rock mexicano.

Fue a finales de 2001 que aparecieron sobre el escenario del Multiforo Cultural Alicia. Para entonces eran otros los nombres y sus disfraces, azarosos, dejaron en claro que el protagonismo no iría en lo subsecuente sobre la personalidad de sus integrantes, sino de la música y las imágenes emanadas de ella. La apuesta iría hacia la calidad del sonido y pronto, más incluso de lo que ellos estimaban, su nombre comenzó a aparecer en carteles de festivales internacionales.

Siete años después, un tiempo bastante corto en el reloj de la industria musical del siglo XX, la banda -cuyos integrantes oscilaban los 22 y 25 años- se presentaban en el mismo escenario que el músico británico cofundador de Pink Floyd, Roger Waters, como parte del Festival Coachella, en Indio, California.Primero vino La Última Noche del Mundo, en 2003; luego Fontana Bella, en mayo de 2007 y Caballeros del Albedrío, en julio de 2011 con sus respectivos EP de 2002 y 2004.

Pero en 2013, en medio del furor que provocaban sus presentaciones y la incertidumbre por conocer el nuevo disfraz con el que se subirían a tocar, la banda, que para entonces celebraba los diez años del lanzamiento de “La última noche del mundo”, apagó sus amplificadores y guardó las baquetas y pedaleras: anunció su retiro por tiempo indefinido. Lo hicieron ataviados con sus característicos y cada vez mejor confeccionados disfraces de conejo, frente a los asistentes a ese concierto en El Plaza Condesa.

Luego se supo poco del paradero de sus integrantes: Chavo creó su propio sello discográfico, Industrias WIO, que en tres años firmó a más de 150 artistas; Chato apostó por la serigrafía -esa que en un principio confeccionó la ropa oficial de la banda- y se dedicó de lleno a Impresiones Macizas, marca que produce la mercancía oficial de varias bandas; Chiosan explotó su carrera de artista plástica y creó su marca Bebelug. El resto de los antiguos y actuales integrantes se unieron a otras bandas o comenzaron proyectos propios.

Y cuando la existencia de la banda parecía un tema olvidado, la noticia de su regreso reavivó la esperanza en proyectos músico-visuales de extrema calidad. Austin TV lo es. Demostró que la valentía no está peleada con la innovación, por lo que siendo una banda instrumental fuera de molde, logró cautivar a una audiencia formada bajo los exigentes estándares de calidad de aquellos años de su surgimiento.
En su haber cuentan con varios reconocimientos, como el Indie-O Music Awards 2008, que el 11 de junio de ese año recibieron a través de cuatro categorías: elección del público, mejor punk y álbum de subgénero, mejor diseño de álbum y mejor banda del año.

No obstante el negocio principal de la banda no venía de sus presentaciones sino de la venta de sus productos, mismos que eran, como sus discos, elaborados artesanalmente uno a uno por los miembros de la agrupación. El detonante fue comenzar a ofrecerlos en un pequeño stand dentro del Festival Internacional Vive Latino.

Y tanta era la demanda del público, que incluso no se daban abasto con la producción, sin embargo jamás cambiaron el método de elaboración, pues gracias a estas ventas es que lograron sostener durante sus inicios a la banda y equiparla con cada vez más atuendos e instrumentos. Así pasaron del característico de las hojas verdes en la cara con chaleco y pantalón en tonos café al uniforme gris con máscaras conformadas por el logo de su álbum Caballeros del Albedrío, entre otros tantos que iban alternando en cada presentación que tenían.

A inicios de año la noticia de su regreso era una posibilidad que avivaba la esperanza en la banda, pero no fue sino hasta septiembre que los rumores se diluyeron al tiempo mismo que confirmaron su regreso. Volvieron y por la puerta grande.

De la Orquídea y la Avispa es el nombre de su último sencillo, develado al público el 27 de septiembre a través de Spotify y, más tarde, el pasado 10 de octubre, lanzaron el video de la canción. La animación, idea original de Juan Manuel Zúñiga González, Xnayer y Rata que enfatiza su idea del modelo rizomático, de la interconexión de energías, está disponible a continuación:

Por si fuera poco, o mucho, la banda es la primera en confirmar su asistencia al Festival Vive Latino 2023.

¡Larga vida a los Austin TV!