18 mayo, 2024

El hombre en busca de sentido

El hombre en busca de sentido

Alma Bernal

Toluca, México; 24 de diciembre de 2022

“El hombre en busca de sentido” detalla las horribles experiencias de Viktor Frankl, uno de los supervivientes del holocausto, en los campos de concentración nazis, junto las lecciones que aprendió de vivir día a día con el miedo a la muerte, y la teoría que desarrolló en el proceso y ha ayudado a miles de personas desde entonces.

Viktor Frankl ya era un exitoso profesor y terapeuta cuando su vida dio un vuelco por la Segunda Guerra Mundial. Junto a otros millones judíos, fue enviado a los campos de concentración.

Las experiencias de Frankl en los campos le dieron una perspectiva más desarrollada de la psicología humana. Vio que algunos hombres en los campos podían mantener la esperanza incluso frente al hambre, la tortura y la muerte. Estos fueron los que sobrevivieron al final. Otros que no pudieron encontrar esperanza o algo a lo que aferrarse, perecieron.

Después de que Frankl ayudará a algunos de los prisioneros a evitar el suicidio, vio que podía usar las mismas herramientas para ayudar a cualquiera a encontrar sentido a su vida. Después de tres años en varios campos de concentración, su campo de Türkheim fue liberado, tras lo cual regresó a Viena, donde nació.

Frankl pasó el resto de su vida enseñando lo que había aprendido durante los peores momentos: que las personas pueden -y deben- encontrar sentido a sus vidas, incluso si todo lo que saben es un tremendo sufrimiento. Se conoce como logoterapia y es lo que lo convierte en una de las figuras clave de la psicología moderna.

La primera mitad del libro nos cuenta su historia y la situación en los campos de concentración, y la segunda mitad de su libro es una guía práctica sobre cómo encontrar sentido en nuestras vidas con métodos que funcionaron incluso para personas en el abismo.

Poco después de publicars, se convirtió en un éxito de ventas en muchos idiomas. Pero según Viktor Frankl esto no es un logro, sino un triste recordatorio de que muchos de nosotros nos sentimos perdidos y como si el mundo fuese algo lleno de dolor y sufrimiento.

La importancia de aceptar el fenómeno de la muerte

Viktor Frankl sabía que los nazis estaban encarcelando a judíos como él, así que se planteó huir hacia Estados Unidos, pero cambió de opinión y decidió quedarse en Austria para cuidar de sus padres ancianos. Un par de años después Frankl cumplió con su propósito de estar con sus padres hasta el final, y vio agonizar a su padre en uno de los campos de concentración durante sus últimos días.

Viktor fue capturado y enviado a un campo de concentración en un tren lleno de gente. Al bajar del tren, los hombres y las mujeres fueron separados en diferentes direcciones. Luego hubo un soldado nazi que examinó a cada nuevo prisionero para decidir si enviarlos a un campo de trabajo, o a una cámara de gas.

A Viktor Frankl y a los prisioneros supervivientes se les dijo que se quitaran la ropa y cualquier objeto, y no les permitieron que se quedaran con nada. Luego les afeitaron todo el cuerpo de la cabeza a los pies. Entonces fueron enviados a las duchas. Sin poder reconocerse a sí mismos, sucedió algo sorprendente. Un lúgubre sentido del humor se apoderó de los prisioneros. Comenzaron a burlarse de ellos mismos y de los demás. Frankl diría más tarde que el humor es una de las defensas del alma porque nos permite distanciarnos de una realidad, al menos por un momento.

Después de las duchas, los prisioneros se quedaron afuera temblando, desnudos en el frío aire otoñal, todo lo que les quedaba era su existencia. Sin ropa, posesiones, posición social o familia que los atara a su pasado, ¿quiénes eran ahora? Incluso sus nombres serían abandonados porque pasarían a llamarlos por números.

Para sobrevivir, tenemos que aceptar que la muerte es parte del proceso, dejar de lado nuestros miedos y centrarnos en sobrevivir hoy. Este tipo de “indiferencia” hacia la muerte, la perspectiva de simplemente existir, permitía a los prisioneros proteger sus mentes de los terrores que los rodeaban y hacer lo necesario para seguir.

Todas las cosas que damos por sentado hoy en día eran casi imposibles de conseguir en los campos de concentración: comida, ropa, sueño, salud. Al rendirse al presente y no gastar ni un segundo pensando en el futuro, los presos fueron capaces de dejar de lado nuestro lado soñador y centrarse en buscar formas de sobrevivir la realidad en la que estaban. No era raro que tuviesen que robarle un par de zapatos a algún cadáver o esconderse en un montón de estiércol para evitar ser llevados a las cámaras. A veces, la única forma de sobrevivir es entregarse a la muerte.

El significado de nuestras vidas lo elegimos nosotros

No hay un significado general de la vida y ni siquiera un significado de nuestra propia vida. El significado de nuestra vida, de nuestras experiencias y contextos pueden cambiar con el tiempo. Esto es lo que afirma la logoterapia y cambia la idea errónea de que primero tenemos que encontrar el significado de nuestra vida, antes de que podamos vivir mejor.

En cambio, cómo actuamos y cuánta responsabilidad aportamos a las decisiones que tomamos determina el significado de nuestras vidas. A medida que tomamos decisiones y priorizamos ciertas cosas respecto a otras, estamos eligiendo cómo queremos vivir.

almabernalt2022@gmail.com

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