16 enero, 2025

Catalina Miranda: la poesía de la ausencia

Catalina Miranda: la poesía de la ausencia

Christian Emmanuel Hernández Esquivel

Toluca, México; 14 de enero de 2023

Catalina Miranda (México, D.F., 1962) es una escritora, editora y poeta mexicana, creadora de la Editorial Ariadna y de los Premios Ariadna de Poesía y Cuento que se celebran anualmente desde 2018. Poemas deshabitados, Variaciones para un solo deseo y Desprendimientos son sus primeros tres poemarios que publicó la Editorial Fugaz, en 1998, y que fueron reeditados por la Editorial Ariadna en 2020 y 2021. Una lectura atenta de ellos descubre una voz femenina sensible y diferente a las ya establecidas. Me sorprende. Algunos de sus poemas me recuerdan cierto tipo de poesía japonesa. Incluso rayan en el haikú:

TORTUGA

Marítima mudanza

de arena y polvo

Pero es su poesía íntima lo que me cautiva. En la “Presentación” de sus libros, la autora nos cuenta que, en el momento de escribir estos poemas, sus padres habían fallecido recientemente, sus hermanos mayores vivían lejos y ella residía sola en la Ciudad de México siendo aún una estudiante universitaria. La poeta se lamenta por su condición, aunque esa emocionalidad no se refleja en el conjunto de su obra. En Poemas deshabitados, la poeta se nota contenida. La autora prefiere no sentir. Intelectualiza, en sus versos, su propia condición humana. Por ejemplo, en el poema “Tristeza”:

Miras otra vez

cómo se desliza

cómo traspasa

para llegar

y extenderse

Siéntela descífrala

para que ya no

te inoportune

para que ya no

trasmine su textura

en tus poros

“Descifrar” es igual a “intelectualizar”. La poeta se habla a sí misma en el poema porque ha preferido desdoblarse: que sienta la otra, no ella misma. Por eso mismo, no es sino hasta que establece un “Monólogo” con su interior que atestiguamos, por fin, sus sentimientos:

Del muro soy una

descarapeladura

[…]

soy la herida en la pared

herida surgí

sin intención alguna

La poeta no es la pared que construyeron sus padres: es sólo una grieta presente en el muro familiar. No es el tabique (material) lo que le da forma a la autora sino la oquedad (no material) lo que permite su existencia. La poeta se siente sola y, al mismo, tiempo vacía. Hay un poemínimo, incluso, que resulta alegoría:

Círculos

serpentinas verdes

no aceptan el vacío en su interior

Tampoco ella lo acepta. Al igual que las tiras de papel coloridas, la autora se vuelca en torno a su vacío. Sabe que existe, pero no se atreve a sentirlo. Por eso mismo, termina por despersonalizarse, por sentirse enajenada, por evitar el contacto con los otros. Así lo atestigua en “Exhorto”:

No entiendo los ojos

ni las bocas

ni las manos cuando me tocan

Por eso usa “entender” y no “sentir”. La poeta contempla el mundo detrás de una barrera transparente que la pone a salvo del mundo exterior (y de los otros) pero que lo deja visible para ella. Así se evidencia en “Los visitantes”:

Mientras miraba el cristal

los descubrí

salían uno tras otro de sí mismos

compitiendo con la lluvia

un día

cuando vuelva a encontrarlos

romperé el cristal y me uniré a ellos

No es sino hasta que llega “Tiempo”, justo al final del poemario, cuando la poeta reconoce, por fin, que se siente vacía, despersonalizada y confundida:

Dime dónde

¿soy ésta?

voy entre las plumas

de lo inmenso

confundida busco

atrás de lo pensable

la nada me habita

me rodea

soy simulacro de lo imposible

En Variaciones para un solo deseo, la poeta sigue atestiguando la soledad, el vacío y la despersonalización que la rodea. Utiliza la flora y la fauna como símiles de su propia condición personal.

Tortuga hueca

serpiente equivocada

en tus escamas

sirena vieja

oculta te transportas

como crisálida en campo

nebuloso

en pordioseras aguas

en turbios rostros

olfateas

una escuálida palabra

una magra oración

sin esqueleto

heraldo para tu mano

que busca en esta página

significado

[…]

Rostro raíz

tus cabellos de pétalo

te sostienen

pez árbol

medusa flor

flama de sol en el agua

rozan tus escamas

el coral policromo

mientras tus pensamientos

reproducen burbujas

que no entiendes

vuelas nadas

te abres te fecundas

quimera hoja bajo la ola

de la noche

El acercamiento a la naturaleza le hace descubrir a la poeta el Tao, el orden natural de la existencia. La poeta, entonces, proclama creer en dios y en la muerte “porque entre ellos yo/ el lazo imperfecto/ el lazo necesario que cierra/ el círculo de la totalidad”. Y, desde esa posición ontológica, se resignifica: ya no hay vacío, ni enajenación, ni soledad. La poeta encuentra su pareja y, en la segunda parte del libro, habla de ella (y de los encuentros amorosos que establece con ella).

La convocatoria del Premio Ariadna de Poesía 2021, en su punto 7, establecía que aquellos interesados en participar debían elegir uno o varios poemas de este libro y escribir una reseña. Yo la hice sin saber que, para la convocatoria 2022, los requisitos cambiarían. Sin embargo, no quise dejar pasar la oportunidad para compartir con ustedes mi gusto y asombro por una poeta mexicana que en su poesía expresa la condición femenina y su erotismo:

Voy entre tus piernas

como el insecto

trovador de ramas

me detengo

succionando savia

me inflo

me elevo

regreso impulsada

sobre tus manos que labran

mis alas

La convocatoria del Premio Ariadna de Poesía 2022 se encuentra abierta y cierra el 28 febrero de 2023. Para más detalle consúltese en este link.

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