13 noviembre, 2025

Tatuajes

Una reflexión ¿a destiempo?

Carla Valdespino Vargas

el alma encuentra su espacio, 

se esparce por un dibujo sobre la piel, 

Tatuajes que declaran mi existencia 

aprisionan mi alma en el cuerpo, 

como la única forma de estar completa… de ser yo

Toluca, México; 12 de septiembre de 2020. En la provincia de Kalinga, Filipinas existe un dicho que reza: mientras más tatuajes tengas, más bella eres. Incluso, para las mujeres kalinga, la realización de su primer tatuaje forma parte de su ritual de iniciación. En la Polinesia, los tatuajes poseen una carga simbólica importante relacionada con los ancestros y los dioses. Mientras que para el mundo occidental contienen una significación desvinculada de lo ritual-sagrado y por muchos años fue considera una práctica exclusiva para los hombres de grupos desposeídos, como los presos. 

En esta segunda década del siglo XXI, los tatuajes comienzan a formar parte del cotidiano, sin embargo, en sociedades tan conservadoras como la nuestra, el tatuaje continua vinculado con la marginalidad. No está de más enfatizar que las críticas hacia el tatuaje se intensifican cuando una mujer es quien los porta. 

Al hablar de los tatuajes indiscutiblemente tocamos el tema del cuerpo y el significado que éste encierra en la esfera individual y social. En el ámbito social nos consideramos los jueces ¿o fiscales? para señalar a quien porta un tatuaje o bien, su cuerpo entero es un tatuaje.

Así, para el fiscal de Baja California, Guillermo Ruiz, el que Danna haya decidido pintar su piel, es el argumento idóneo para justificar a los agresores y a culpabilizarla, inclusive investigará a quien le haya hecho los tatuajes. El asesinato de Danna no fue tipificado como un feminicidio, ¿acaso fue porque la niña también traía tatuajes por todos lados? 

Debemos sentarnos a reflexionar a profundidad sobre nuestro entorno, sobre esta cotidianidad que nos abruma con tanta muerte llena de violencia y cuestionarnos cómo llegamos a esto, en qué momento toleramos que los cuerpos de las mujeres transmutaran en simples objetos. En estas cavilaciones no cabe la duda ni el debate y mucho menos el argumento falaz, pues hay cuerpos cuestionados, empalados, calcinados, desollados, perforados, apedreados, violados, mutilados… desechados.

Sí, el fiscal aplicó sin miramientos lo que Rita Segato llama, pedagogía de la crueldad, la contienda que el sistema capitalista-patriarcal ejerce contra los descarriados, los despojados, mujeres que, como Danna, expresan su ser a través del cuerpo. La chica de Mexicali no solo fue asesinada por tres sujetos sino sentenciada por el fiscal. 

Encontrar en los diarios la nota de una mujer asesinada, poco a poco se ha normalizado, lo que conlleva a la invisibilización de la violencia. El sistema nos ha cosificado y los objetos se pueden tirar al drenaje, se pueden meter en bolsas, arrojarlos por una barda de más de dos metros hacia un terreno baldío, para después quemarlos y mirar con toda la tranquilidad el fuego. 

Han pasado un par de semanas desde del asesinato de Danna y pareciera que estas palabras se teclean a destiempo, pero la historia se repite día tras día. Asesinatos, violaciones, golpes perpetrados por el poder patriarcal continúan invisibilizados por la sociedad, por el Estado. No hay reflexión tardía para restructurarnos desde la justicia, justicia que camina lento. No hay reflexión tardía para aprender a decir mientras más tatuajes tengas, más bella eres.

Cuéntaselo a todos

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