Karen Colín: diseño. Redacción VcV
Ciudad de México; 30 de octubre de 2022
Siempre en estas fechas es tradición escribir versos y rimas, las famosas calaveritas, que toman como personajes a figuras públicas o a situaciones políticas. Incluso, comidas o tradiciones que interactúan con la Muerte, y que en forma de “calaca”, “flaca” o “huesuda”, va haciendo bromas o poniendo a la gente en situaciones cómicas pero siempre tenebrosas.
Nadie quiere encontrarse con la Muerte, y nadie quiere tener ningún tipo de diálogo con ella o con lo que representa. Nadie, excepto el mexicano, que de toda tragedia hace una comedia y que sin ningún problema puede acompañarse con un plato de garnachas y hasta con Andrés Manuel López Obrador como comensal, sentados en algún lugar de Iguala, Guerrero, mientras se observa que los balazos y no los abrazos le gustan más a la fría calavera que nos espera a todos.
Estas tres calaveritas fueron escritas por la maestra Consuelo Chávez Durán, de la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños en la Ciudad de México, quien sigue nuestro trabajo periodístico y se ha tomado el tiempo de leerlo y analizarlo. Aquí les presentamos su aportación.
Oda a la garnacha mexicana
Al llegar la muerte flaca
a un país con tradición
se encontró con la garnacha
y se dio un atracón.
Barbacoa para el estribo,
que eso sí se ve bien chido.
De maciza y de pancita,
consomé con su salsita.
¡Hey, cuñado, échate otro!
otro taco al pastor,
con cebolla y su cilantro,
que de aquí me voy al antro.
Muerdo el taco de ladito,
como todo un catrincito,
alzo muy recto el dedito,
hasta me chupo el juguito.
Dos tlacoyos y dos quecas,
cuatro sopes, un huarache,
una torta de tamal
y un refresco que sea light.
Las tostadas de patita,
un pambazo, una gordita
y un tepache no muy sano,
no piensen que son vegano.
¿Dónde venden la Sal de Uvas?
pues me siento reventar.
Ardo más que en el infierno
yo aquí no vuelvo a tragar.
A la 4T
En este mes yo llegué
y a la polaca le entré,
porque escribí para Andrés
unos versos al revés.
Cuatro años han pasado
y esto no se mira claro.
Quiero expresar mi dolor
y no soy conservador.
Ando en busca de una beca,
de esas del Bienestar,
pero qué casualidad
que no cumplo con la edad.
El Tren Maya sí que avanza,
aunque arrase con la casa.
El aeropuerto ya abrió,
pero nadie lo peló.
Ya Tatiana se ha marchado
por su gran discernimiento,
los morenos la han echado
por su buen entendimiento.
La Guardia Civil se instaló,
que hasta Alito se espantó.
Gertz Manero evidenció
su poder y su ambición.
El ejército empoderado,
pocas guerras ha ganado.
Reina el narco y su expertís
ya controlan el país.
Claudia aspira ser candidata,
brinca muy alto la cuata.
Ebrard niega su ambición,
por ganar ese sillón.
Ayotzinapa estancado
y el gobierno despistado.
Que termine la inmundicia,
que nos llegue la justicia.
Es mejor no molestar,
no me vayan a escuchar
con un software malicioso
¡y yo aquí, haciendo el oso!
Al periodista Miguel Ángel Alvarado
Hoy Miguel Ángel habló
sobre la noche de Iguala
y en un libro expresó
lo que el pueblo no se calla.
Entre líneas ha contado
sobre un joven infiltrado,
del poder y la avaricia,
del gobierno y la injustica.
En el cielo están conmigo
43 almas antes en pena,
sabiendo que el enemigo
se encontraba en la Sedena.
Desde el cielo consentimos
tus esfuerzos, te pedimos
que no olvides la memoria
de la verdadera historia.
El camposanto ha llorado
pero el cielo no ha olvidado.
¿Por qué todos han callado
lo que nos cuenta Alvarado?