Miguel Alvarado
Toluca, México; 20 de noviembre de 2018. Al final, para conseguir su reelección, el alcalde priista de Toluca, Fernando Zamora Morales, buscó alianzas en todos lados, incluso con los que alguna vez se confrontó políticamente. Buscó a políticos como Félix Santana Ángeles, quien a principios de 2018 trataba de obtener, a su vez, la candidatura por Morena para la alcaldía de la capital. De él recibió un amable portazo cuando Zamora le dejó entrever un pacto que perjudicara a Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien al final ganó las elecciones. Fernando Zamora, por consejo de un operador político de Arturo Montiel y el Grupo Atlacomulco, Isidro Pastor, permitió el acercamiento de Luis Zamora Calzada, líder de un sindicato de maestros en el Edomex. Los Zamora, confrontados y distanciados por años debido al poder político que representaba el control de uno de los sindicatos magisteriales más grandes del país, el de Maestros al Servicio del Estado de México (#SMSEM), trabajaron juntos pero ni con todos los maestros sindicalizados mexiquenses reunidos pudieron hacer algo.
– Zamora va a ganar porque los baches no votan- decían operadores de Morena Sí apenas un día antes de las elecciones, en las que #Toluca, por ser la capital del #Edomex, representa siempre el más importante bastión de la entidad.
Otros políticos le otorgaron espaldarazos al todavía alcalde de Toluca. Los priistas Alfredo Del Mazo Maza, Martha Hilda González Calderón y María Elena Barrera Tapia se decidieron a apoyarlo pese a que en secreto lo repudiaban.
La operación electoral de Fernando Zamora Morales, la misma que había desplegado cuando en 2015 ganó su primer periodo, funcionó adecuadamente, pero no alcanzó para evitar el desplome. Zamora, después de todo, ni siquiera pudo evitar desplomarse hasta el tercer lugar, detrás de Juan Rodolfo Sánchez Gómez y del panista-perredista Gerardo Pliego Santana, a quien de antemano no se le concedía ninguna oportunidad.
Un equipo electoral denominado Estructura H, conformado por empleados del ayuntamiento local, se abocó a la tarea de no perder los votos duros. Lo consiguió, pero esta vez quienes no votaban usualmente, lo hicieron. Y lo hicieron por Morena.
Fernando Zamora dejó la peor ciudad que se recuerda en muchos años. Los “señores del huachicol” se han instalado en la zona norte, siguiendo las brechas que abren los ductos poco vigilados de Pemex y que atraviesan los pueblos más pobres del municipio. Autopan, Huichochitlán y Cuexcontitlán, entre ellos, que son, además, lugares donde la influencia de Zamora se multiplica, pues es originario de San Cristóbal Huichochitlán.
Además, Toluca ocupa el primer lugar en desapariciones en el Estado de México, empatado con el siniestro Ecatepec, la tierra del ex gobernador Eruviel Ávila. Esto, las desapariciones, parece inconcebible para la capital mexiquense. Sin embargo, apenas se prefigura el crecimiento exponencial de los índices criminales en esta ciudad.
Cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas indican que, hasta el 30 de abril de 2018, Toluca tenía 346 desaparecidos, número que superaba a los registrados para Ecatepec, uno de los municipios feminicidas más feroces, y que en el rubro de las desapariciones tiene 336. Estos dos municipios acaparan el 17.5 % de los casos registrados en la entidad, que por otro lado, y según una investigación de las periodistas Marcela Turati, Alejandra Guillén y Mago Torres, las autoridades locales apenas ha reportado 7 fosas clandestinas en las cuales fueron hallados 10 cuerpos, en los últimos 18 años. Para un país en el que se declara el hallazgo de una fosa clandestina cada 2 días, parece inconcebible.
Toluca, como la zona con más desaparecidos, encabeza una lista de 121 municipios en los cuales por lo menos se ha reportado a uno. Ecatepec; Neza (316); Chimalhuacán (170); Valle de Chalco Solidaridad (145); Chalco (129); Naucalpan (122) y Tutltitlán (118) configuran los primeros lugares en esta lista llena de vacíos.
El Estado de México es una de las cinco entidades en las que se ha logrado configurar una comisión estatal de búsqueda de desaparecidos, que junto con Jalisco, Veracruz y Coahuila, entre otros, apenas han entrado en funcionamiento y se espera que sea durante la próxima administración federal, encabezada por Andres Manuel Lopez Obrador, arroje algunos resultados.
El tema de las desapariciones es considerado un problema grave, pero no por la actual administración federal, encabezada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, que ha creado una Comisión Nacional de Búsqueda pero no la ha dotado de recursos económicos suficientes no tampoco tiene configurada del todo su estructura jurídica.
El corte hasta abril de 2018 del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas, en el Estado de México, indica que hay 3 mil 651 desaparecidos en el Estado de México, lo cual, comparado con otras entidades como Tamaulipas, que registra 5 mil 990, apenas dimensiona el tamaño de este problema, por ahora sin visos de solución, para México. Un registro llevado a cabo por la PGR en los últimos años recopila la cifra aproximada de 100 mil desaparecidos en México, pero hasta la fecha no ha sido depurada ni clasificadas sus tipologías. Otro registro de Gobernación apunta que en México hay 37 mil 285 personas desaparecidas, de las cuales apenas el uno por ciento coincide con algún tipo de restos.