Marco Antonio Rodríguez
La pronta actuación de las autoridades mexicanas (sarcasmo) ocasionó que la presentadora de televisión Laura Bozzo se escapara del país tras ser acusada de cometer delitos de defraudación fiscal al vender una casa de más de 13 millones de pesos que se encuentra embargada por el SAT.
Ella debía ser ingresada al penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez y no obstante primero se amparó argumentando que por afecciones pulmonares no podía hacerlo, y luego sencillamente “se peló”.
No serán los únicos que se fugan de la justicia mexicana ante la celeridad de su actuar: los diputados Saúl Huerta y Mauricio Toledo, señalados se abuso sexual y enriquecimiento ilícito respectivamente, siguen siendo buscados a días de que la Fiscalía de la Ciudad de México ordenara su aprehensión.
En tanto, Bozzo –famosa por su frase “que pase el desgraciado”- no pasará a ninguna cárcel ni a ningún ministerio público, ni nada parecido. La Fiscalía general de la República (FGR) solicitó ya la intercesión de la Interpol quien emitió una ficha roja para localizar a peruana.



