Marco A. Rodríguez
Toluca, México; 4 de abril de 2019. En los últimos días ha cobrado fuerza en redes sociales mexicanas un movimiento llamado #MeToo, que en español significa “Yo También”, y que en realidad es una etiqueta cibernética que destaca principalmente casos de violencia sexual contra mujeres. Pero aunque parezca nuevo, su fecha de nacimiento es más lejana, pues vio luz en 2006 gracias a la activista norteamericana Tarana Burke, quien pretendía, en ese entonces, entablar una “conversación de supervivientes” con quienes hubiesen sido víctimas de ataques sexuales (https://bbc.in/2DVhol0).
Once años después de la aparición de Burke y su iniciativa, en octubre de 2017 la actriz Alyssa Milano empleó el #MeToo invitando a las mujeres agredidas o acosadas sexualmente a denunciar sus casos a través de las redes sociales, principalmente en twitter. (https://bit.ly/2CPucIs)
Rápidamente #MeToo se volvió tendencia evidenciando en su propagación a personalidades del medio artístico.
En México, en 2018 la actriz Karla Souza denunció al cineasta Gustavo Loza por presunta violación, y abrió las puertas para que personajes famosos, del medio artístico, contaran experiencias relacionadas con violencia sexual. (https://bit.ly/2FMquzU)
Paola Núñez y Stephanie Sigman son otras actrices mexicanas que luego de la denuncia de Karla decidieron revelar con la periodista Carmen Aristegui haber sido víctimas presuntamente de acoso sexual por parte de productores y cineastas mexicanos. (https://bit.ly/2FvEeyt)
Actualmente la insignia de #MeToo se ha propagado no sólo en el ámbito televisivo y cinematográfico, sino también periodístico, político, literario y musical. El primero de abril de este año se dio a conocer la noticia del suicidio de Armando Vega Gil, bajista y fundador de la banda mexicana de rock Botellita de Jerez. El músico y escritor había sido señalado por acosar y abusar sexualmente de una joven cuando ella apenas tenía 13 años.
La noticia acaparó pronto reflectores de la prensa nacional, pues antes de su muerte Armando dejó una carta donde, entre otras cosas, decía estar acabado por no tener salida: la acusación, cierta o no, le costaría el trabajo y la credibilidad pública desde su punto de vista. Se mató sin más. “No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal”, dijo el artista en la que fuera su última publicación en redes sociales.
Otro caso reciente es el del guitarrista de División Minúscula, Efrén Barrón, quien fue expulsado de la agrupación por estar presuntamente involucrado en los mismos actos de los que fue acusado el fundador de Botellita, además de intento de homicidio y presunta violación. (https://bit.ly/2Ub3zrX)
El tema ha desatado polémica entre cibernautas y críticos, muchos de los cuales argumentan que las denuncias, al realizarse de manera anónima, pierden credibilidad. Han pedido que los casos sean denunciados por vías legales y no virtuales, pues hacen pensar que podría tratarse únicamente de difamaciones. No obstante, hay quienes consideran que el hacer público sus nombres ante una denuncia les implica riesgo de represalias.
La etiqueta, o hashtag se ha vuelto icono para las denuncias de este carácter. Pero ahora ya no sólo es utilizado por mujeres. Tras el deceso de Vega Gil, apareció en redes sociales el hashtag #MeTooHombres, donde se invita a revelar casos de abuso sexual cometidos por mujeres. (https://bit.ly/2TWbRPP)
Más allá del papel mediático de las redes sociales en torno a #MeToo, representa hoy por hoy una vía para denunciar la violencia sexual aunque sin recurrir a las instituciones de impartición de justicia en el país.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), de 2015 a la fecha se han denunciado 7 mil 251 casos de acoso sexual en el país además de 4 mil 216 de hostigamiento sexual y 870 feminicidios.
En el Estado de México, durante 2017 y 2018 se cometieron en Toluca, entonces gobernada por el priista Fernando Zamora, un total de 2 mil 214 y 3 mil 904 casos de violencia contra la mujer, respectivamente, según un reporte de la Secretaría de Seguridad mexiquense obtenidos del Banco de Datos e Información del Estado de México sobre registros de Violencia contra las Mujeres (BADAEMVIM), siendo el municipio con mayor índice de violencia con respecto a Metepec, Zinacantepec, Lerma y San Mateo Atenco.
Aquí te compartimos una tabla con los índices de violencia contra la mujer en estos municipios del Edoméx:
En el artículo 10 de la Ley de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) se menciona que son atribuciones de la Fiscalía las siguientes:
“XIX. Atender de manera oficiosa las denuncias que se presentan por hechos que puedan ser constitutivos de delitos relacionados con la violencia de género”; sin embargo, la credibilidad en estas instituciones es casi nula tomando en cuenta que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en impunidad mientras que el Estado de México el primero a nivel nacional según el índice Global de Impunidad México 2018. (https://bit.ly/2uesyeM)
La doctora Marta Lamas, antropóloga de la UNAM, dijo en una entrevista para la BBC que el problema en México radica en que hay una deficiencia institucional muy fuerte respecto a los mecanismos y canales para denunciar. Insistió que las denuncias deberían hacerse de frente y no de manera anónima, a fin de que, en caso de ser ciertas, se denuncie de manera formal al culpable. Consideró que muchas de las conductas denunciadas son producto de una costumbre preestablecida en el contexto familiar, en el que se desenvuelven quienes hoy son consideraros victimarios. (https://bbc.in/2YO2fKf)
El 2 de abril las administradoras de la cuenta @metoomusicamx decidieron eliminar la cuenta que acusó a músicos como León Larregui, vocalista de Zoé, y Efrén Barrón, guitarrista de División Minúscula, entre otros, y ofrecieron públicamente disculpas por la reacción asumida tras el suicidio del ex integrante de Botellita de Jerez.
Sin embargo, tal es la popularidad e influencia del #MeToo que medios de comunicación como El País disponen de un portal interactivo con 195 casos de hombres y 2 de mujeres, todos ellos “poderosos”, acusados por acoso o agresión sexual y cuyo caso fue conocido gracias al empleo de esta etiqueta.
En el portal la información se encuentra clasificada de acuerdo al sector profesional, lugar donde sucedió, consecuencia laboral y estatus del proceso judicial.
Checa la página en este enlace: https://bit.ly/2RQm7sW