Ramsés Mercado: imagen. Redacción VcV
Huichochitlán, México; 31 de diciembre de 2022
Tres niños y su madre murieron asfixiados en un negocio ubicado en San Cristóbal Huichochitlán, una población al norte de Toluca. Esa intoxicación se debió a monóxido de carbono desprendido de un fogón, y que fue encendida en una habitación sin ventilación. La muerte de las cuatro personas, todas de una misma familia, se reportó hasta esta mañana, cerca de las 10 horas, cuando los cuerpos fueron descubiertos.
La madre había colocado sobre el fuego una olla en la que prepararía tamales. De acuerdo con la policía, al principio se creyó que en ese lugar se desarrollaba un incendio, pero al llegar los primeros respondientes se encontraron con la escena. Las muertes, precisaron, se debieron a la intoxicación de monóxido desprendido de gas licuado.
En la cocina del lugar estaba una olla de tamales sobre una parrilla de gas LP, con las hojas de los tamales quemados, produciendo monóxido de carbono. Los paramédicos de la unidad 06 del SUEM confirman que los cuerpos ya no contaban con signos vitales.
De acuerdo con la policía, el humo que salía del domicilio fue porque la olla de tamales se quedó sin agua. Las cuatro personas estaban dormidas y no pudieron ponerse a salvo.
El lugar fue acordonado por la policía en tanto llegaban familiares de las víctimas, que preguntaban los motivos de estos decesos. Los cuerpos fueron hallados adentro de una pollería llamada Luisito’s, ubicado en la calle de 20 de Noviembre, entre Vicente Guerrero y Luis Donaldo Colosio.
Los nombres de las víctimas eran Adriana, de 31 años; Isis Darling Salazar Lua, de 17; Aylin Denis Salazar Lua, de 10 y José Luis de cuatro años de edad. Esta es una de las zonas más pobres de Toluca y una parte de sus habitantes no cuentan con los servicios elementales que les permitan sobrevivir. En la región falta agua, luz y servicios como el gas doméstico de manera recurrente. También es una de las zonas más frías del municipio, y en esta temporada se han registrado temperaturas de hasta menos 2 grados centígrados, y los pobladores se encierran en habitaciones que calientan con fuego.
