15 abril, 2024

Relatos del Buen Fin

Miguel Alvarado

Ciudad de México; 14 de noviembre de 2021.

En la ciudad de México miles de autos se habían lanzado a las calles para dejar constancia de que al menos sus tripulantes intentarían conseguir algo en la jornada del viernes 12 de noviembre del Buen Fin y pronto los centros comerciales de la capital de México se vieron abarrotados. En los accesos sobre todo de las tiendas departamentales, una aglomeración impedía el paso de manera que parecía imposible salir o entrar. Quienes salían llevaban sobre todo aparatos electrónicos como pantallas, barras de sonido y otros de marcas a veces impronunciables. Pero también había quienes llevaban caja tras caja de botellas de vino, de todos los tipos y de todas las marcas.

Pero, ¿de verdad los precios de los productos como estos tienen rebaja? De hecho, sí, pero no en todas partes. Por ejemplo, en Toluca la marca de pantallas planas Hisense, de acuerdo al listado realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor, presenta precios desde 5 mil 999 pesos para un aparato de 40 pulgadas, el más barato, y de 7 mil 999 pesos para el más caro. Esto, desde esa guía imposible que apenas se consulta, indicaba un precio promedio de 7,141.86 pesos.

Para una sociedad permanentemente depauperada el promedio de precios parece inaudito, muy difícil de alcanzar. La revista Forbes, encargada de hacer el listado de pobres, superpobres, ricos y megarricos en el país y el mundo, informaba el 9 de febrero de 2021 que “el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estimó un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos por la crisis de Covid-19”.


El coronavirus, desde hace dos años, sepultó las esperanzas de crecimiento y desarrollo económico, pero de ninguna manera enterró la producción de pantallas de fabricantes como Sony, que en su modelo Bravia de 65 pulgadas, puerto USB y super inteligente, se reportó un precio promedio de 20 mil 999 pesos en la capital del Estado de México

– ¿Cómo le haces para comprar eso? -se le pregunta a un hombre de unos 25 años, que va acompañado de dos niños pequeños, su esposa y sus padres, y sale de un centro comercial en avenida Universidad.

– La neta tuve que pedir un préstamo. Esta suma la complementé con un aguinaldo adelantado que nos dieron en el lugar donde trabajo.

– ¿En qué trabajas?

-Allá por Miramontes, en la ciudad de México. Pasamos por aquí y vimos la oferta del 20mpor ciento. Trabajo en un centro de servicio para aparatos de Sony.

Es casualidad, pero en la respuesta que ofrece el cliente satisfecho de Sony no puede dejar de pensarse en las tiendas de raya, y al mirar hacia adentro, hacia el centro comercial, eso es lo que parecen los comercios que están ahí. Pero la lista de precios de Profeco es real, y si alguien consultarla se encuentra disponible en la dirección web elbuenfin.profeco.gob.mx, y no es muy complicada de usarse.

Desde el día en que inició el Buen Fin, el 10 de noviembre, los reportes a la misma Profeco colocaron en el primer lugar de comercios abusivos a Walmart, Liverpool, Sam’s Club, Soriana, Volaris y Viva Aerobús, que no tuvieron ningún reparo en violar la cantidad de sus propias ofertas. La jornada, que termina el 16 de noviembre, debería arrojar ventas por 239 mil millones de pesos, muchas de las cuales se verifican de manera electrónica. Además, habrá promociones hasta de 24 meses sin intereses, tasas diferenciadas, puntos dobles o triples, entre otros beneficios.

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Redacción VCV

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