Miguel Alvarado.
Toluca, México; 18 de mayo de 2021.
– ¡Están aventando gases lacrimógenos! ¡Están aventando gases!- grita uno de los integrantes de la escuela normal rural de Mactumatzá, ubicada en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Los alumnos pelean desde hace tiempo la aplicación de exámenes presenciales, de manera escrita, lo cual ha sido negado por el gobierno de aquella entidad. En contraparte, los procesos electorales se llevan a cabo de manera presencial, sin observar ningún tipo de regla a pesar de la pandemia de coronavirus, la cual se ha esparcido por todo el país dejando más de 220 mil muertos en menos de un año. Los alumnos fueron atacados con gases lacrimógenos en una de las casetas de peaje
Los normalistas intentaron entablar mesas de negociación con el gobierno, las cuales no fueron favorables para ellos.
-Hemos emprendido actividades de presión para el gobierno, Volanteos y manifestaciones para que den respuesta al examen presencial escrito- señala uno de los alumnos integrantes de la cúpula estudiantil.
Hoy, a las 8 de la mañana, en la caseta de cobro de Chiapas de Corzo, cientos de policías y tanquetas tiraron gas lacrimógeno y reprimieron a los alumnos que se encontraban en ese lugar.
Para el mediodía había 250 estudiantes detenidos y sus compañeros, al enterarse, salieron a tratar de manifestarse por lo ocurridos. La fuerza policiaca, sin embargo, actuó en contra de ellos y los reprimió violentamente. Los alumnos fueron regresados hasta las instalaciones de la escuela, en donde quedaron atrapados porque la policía rodeó el lugar.
– En estos momentos estamos rodeados- dice uno de los alumnos desde la escuela, quien apunta además que las redes sociales y la señal de internet fue interrumpida para evitar que los estudiantes denunciaran- y no podemos comunicarnos con los compañeros que se encuentran detenidos.
De pronto su voz cambia y se llena de angustia, porque los granaderos han comenzado a aventarles gases lacrimógenos, al interior de la escuela.
-Son los granaderos, son los de la policía estatal- dice el estudiante, quien se ha comunicado con este medio porque allá no pueden contactar a nadie- ¡En este momento nos están empezando a lanzar gases! ¡Están empezando a tirar gases lacrimógenos los policías, adentro de la escuela!
Las agresiones continuaron y para el mediodía los normalistas aún no sabían nada acerca de las condiciones en las que se encontraban sus 250 compañeros -incluidas mujeres- detenidos desde la mañana. En realidad, nada ha cambiado y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, no ha servido ni como ejemplo contra la violencia que el Estado despliega contra las 17 normales rurales de todo el país.
